Sin renunciar a la tradición heredada, enraizada en tiempos lejanos, siglo XVI, y abriéndonos a nuevos horizontes, más acordes a las exigencias de los tiempos, podemos decir que nuestra congregación “Dominicas de la Enseñanza de la Inmaculada Concepción”, nace como tal a mediados del siglo pasado, concretamente en 1954. Joven y secular a un tiempo, afincada en España, sueña y trabaja por llevar el mensaje de Jesús de Nazaret a diferentes lugares y personas.

Nuestro fundador es Santo Domingo, su carisma es nuestro carisma; lo vamos actualizando, viviendo y transmitiendo a través de la predicación. Como dice Fr. Thymoty Radclife en el prólogo de la Constitución de 1999, somos una Congregación, que sin mediaciones bebemos directamente de la fuente de Nuestro Padre común, Santo Domingo.

Queremos ser profecía de Dios para este mundo a través de la predicación. La misión, sabemos, requiere audacia, riesgo, creatividad, contemplación, lectura de la realidad… Es nuestro reto. Releyendo documentos propios descubrimos algunos rasgos, que son una constante en la vida de las hermanas. Destacamos algunos:

  • Espíritu de familia.
  • Comunidades orantes y apostólicas, festivas y alegres en lo que constituye la vida normal de cada día. Aunando, siempre, acción-contemplación.
  • Universales y abiertas a los signos de los tiempos.
  • Emprendedoras y arriesgadas.
  • Sensibles a las necesidades y problemas de la sociedad y de la Iglesia..
  • Acogedoras y cercanas a otras congregaciones.
  • Valientes, defendiendo, sin miedo, lo que es justo.
  • Amor entrañable a la Virgen María.
  • Relación cordial con la Orden de Predicadores. El afecto, el cariño a la Orden y la relación con los Dominicos ha sido y es una de las notas peculiares de las hermanas. .
  • Disponibilidad y espíritu misionero, manifestado es:

La determinación, permanente, de servir al Evangelio a través de la educación.

Por los hechos puntuales, pero significativos, de apoyo a nuevas fundaciones y obras, especialmente, misioneras, a las que ven nacer y acogen, y con las que colaboran aportando medios materiales y personas. Posteriormente, como Congregación, abriendo casas en tierras de misión..